milpa
muriel
NOROESTE
En la mitología romana un Genius loci era el espíritu protector de un lugar.
Dotaba de carácter y vida a cada sitio y permanecía allí a lo largo del tiempo, acompañándolo en su evolución.
materia
Los incendios forestales dañan el alma de una zona. Recuperarla invocando a su Genius loci es la misión de mis colecciones.
Lo hago utilizando las cenizas vegetales para crear el esmalte y me inspiro en la zona y la cultura de donde las he tomado para el diseño de las piezas.
Las plantas absorben nutrientes del suelo y los incorporan a sus células. Sus cenizas contienen elementos útiles en cerámica y son el componente clave de las colecciones.
En un mismo terreno cada planta, cada año, absorbe una cantidad y tipo variable de minerales. La misma especie en el mismo lugar varía su composición de un año a otro considerablemente. Cada colección es completamente irrepetible.
La cerámica recupera el alma de un lugar incendiado invirtiendo la destrucción por el fuego, ya que se crea gracias al fuego.
PROCESO
Todo empieza obteniendo las cenizas de un incendio e investigando la cultura del lugar. Diseño la pieza siempre partiendo del espíritu de cada sitio, su huella en la gente, su evolución a lo largo del tiempo.
Después creo un prototipo y analizo la composición de la ceniza para el esmalte. Hago mis propios esmaltes y todas mis piezas a mano, en series naturalmente limitadas por la vida media de los moldes y porque cada ceniza tiene una composición única. Cuando se acaba no hay más.
Trabajo sobre gres y porcelana por su versatilidad, resistencia y porque su punto óptimo se alcanza a la misma temperatura que los esmaltes con cenizas. Se entienden a la perfección.
Genius loci celebra nuestra capacidad de resurgir, advertir lo que estamos perdiendo pero, sobre todo, lo que recuperamos y transformamos en algo bello y útil.